La Luna atontada…

La luna

Y la Luna asustada, como rayo despavorido

contra el mar se fue a chocar

y sobre su suelo cristalino

allí blanca y radiante, su cuerpo fue a parar.

 

Y el Sol, viendo lo sucedido

desde su enorme y florido balcón

raudo y veloz, asustado

hasta ella radiante, fue corriendo a su auxilio.

 

-Dime luna de plata,

¿cuál ha sido el motivo

a que contra el mar hayas caído?

¿Tal vez no estabas sujeta como es debido?

 

-Si amigo sol, el cual has bajado desde el cielo

para darme sosiego raudo y veloz,

dándote las gracias por ello

por venir a socorrerme en estos momentos tanto desasosiego.

 

Que atada al cielo estaba con mi lazada plateada,

así bien me había parecido que estaba,

ya que me asomaba vergonzosa a verte

desde mi nube blanca, embobada.

 

Pero, ¡ay triste de mí, sol mío!

que los celos a una estrella fugaz que habéis atendido,

me ha quitado de pronto este poco amor malentendido

y en mis lloros y alaridos me he quedado sola

hasta que me he escurrido y me he caído.

 

-Así me lo ha parecido,

que a veces, un mal paso y malos pensamientos

hacen que te precipites en la vida

y te haga comprender lo sucedido.

 

Recuerda que todo no es de color de rosa

y no podemos juzgar lo acontecido por mucho que haya parecido

que si no te agarra bien a lo que sientes

no solo caes de cabeza contra el suelo

sino pierdes la fe en ti misma

y eso, querida, es lo que a ti te ha ocurrido….

 

Jesús Mª Salvador © (Feb-1991)

 

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