Amar hasta que duela

Amar hasta que duela, hasta que pare de doler,
¿será entonces cuando os he dejado de querer?

Y os amo, ¿hasta cuándo y hasta dónde?
¿Hasta que mis defectos se hagan vuestros
y vuesas virtudes, mis virtudes…?

Y si comparto mi vida con vos,
¿la comparto por amor o con amor?

Y si os amo y no me amáis,
¿lo hago por amar u os amo porque lo hacéis?

Por ello y, por tanto, ¿debo seguir caminando?

Y si sufrís porque me queréis y mi amor continúa callado,
¿vos y vuestro amor seguís siendo infinitos o morirá deambulando?

Entonces, ¿por qué sigo a vuestro lado…?

Ya no sé cuándo os amo y os quiero,
cuando os quiero y extraño.
Cuando extraño y olvido
y cuándo omito que os amo…

Y si de pronto, mi amor se hace silencio
y me acomodo al mutismo,
¿es porque me hayo acostumbrado,
y con el tiempo me doy cuenta
de que mi mudez se ha convertido
en vuestro mejor abanderado?

Pero en cambio, sigo a vuestro lado,
sujetando la ilusión que
fue mi mejor aliado.

Amar por amar, amaros hasta el infinito
porque mi amor por vos no me ha dado un respiro
y mi cariño, después de tanto tiempo,
sigue siendo el mismo,
aunque ya no sea grande y ya no sea el mismo.

«» El Discípulo de Yahveh «»

Jesús Mª Salvador ©